La prosperidad consciente va más allá del dinero: es una forma de pensar, sentir y actuar que transforma tu realidad. No basta con desear abundancia, necesitas cultivar una mentalidad que te conecte con ella. En este artículo exploramos cómo redefinir tu concepto de riqueza y activar los hábitos que te llevan a una vida verdaderamente próspera.
¿Sabías que la prosperidad no depende solo del dinero, sino también de tu mentalidad?
Ser rico, abundante o prospero no es lo mismo.
La abundancia está estrechamente relacionada con tener mucho materialmente, por ejemplo: tener muchos recursos, oportunidades, dinero, emociones, amigos.
La riqueza se centra en la abundancia de dinero y bienes materiales. Es decir, el dinero es solo un bien que te permite adquirir otro bien o servicio que a su vez pueden o no mejorar tu calidad de vida.
Y la prosperidad implica abundancia de situaciones positivas en la vida, especialmente en aspectos como la salud, relaciones, emociones, dinero, paz, trabajo, tiempo, amor, conocimientos. Se trata de un concepto mucho más amplio que envuelve varios aspectos de la vida.
En la medida que una persona accede a bienes materiales podría sentir mayor satisfacción personal debido a que muchas veces relacionamos el tener con la definición de riqueza, por esto es tan importante revisar que significa para ti prosperidad, abundancia y riqueza.
Creencias colectivas y su impacto en la sensación de abundancia
Hay emociones, sensaciones, conceptos, creencias que están estrechamente relacionadas con la abundancia.
Por ejemplo; las personas que nacen en países estables económicamente y desarrollados tienen una menor sensación de carencia que las personas que nacen en países con menor estabilidad económica, porque la conciencia colectiva envía un mensaje diferente al inconsciente. También en la medida que pasan las generaciones hay una mejor calidad de vida debido al desarrollo material y tecnológico. Y esto incide en la percepción que se tiene sobre la estabilidad.
Cualquiera que sea el origen de las creencias o la programación que tienes sobre la riqueza, abundancia o prosperidad, es importante que sepas que estas determinan la realidad que vives, por esto debemos reconocer y trabajar sobre ellas y los hábitos que afectan tu prosperidad.
La prosperidad como estado del ser
La prosperidad es una percepción, es una forma de ver la vida, es un estado del ser. Es sentir que tienes la oportunidad constantemente de acceder a todo lo que hay, que eres capaz de producir con los recursos que hay; todo es abundancia, solo hay que observar el universo, el mundo, el agua, las plantas, los minerales, la cantidad de personas, el funcionamiento de nuestro organismo, los millones de productos que se comercializan diariamente, solo debes tomar conciencia de ella y experimentarla. Ser próspero es necesitar menos, no tener más.
Tres Claves de la Prosperidad: Creatividad, Pasión y Tiempo
La prosperidad no solo se construye con recursos externos, sino con elementos internos que forman la base de una mentalidad próspera. Entre ellos destacan tres pilares esenciales:
- La necesidad activa la Creatividad, por lo tanto, las formas de generar riqueza. Pero si la necesidad es inmediata, tus posibilidades se reducen porque la energía no está en crear, sino en solucionar el problema.
- Un elemento importante de la prosperidad es la Pasión, cuando hacemos las cosas con amor, con detalle, con dedicación. Envías al universo una vibración de disfrute y este te recompensa con abundancia.
- Otro elemento que debemos tener siempre en cuenta es que lo que tenemos para cambiar por dinero es el Tiempo. Esto significa que vendes el tiempo por dinero o el dinero te compra tiempo y libertad. Tu tiempo te pertenece, ocúpalo en algo que te genere satisfacción. Ten siempre la conciencia de que este es limitado, por ejemplo: Diariamente, podrías trabajar máximo, 10 o 12 horas; no puedes vender más tiempo del que tienes.
La base de la prosperidad material es la creatividad, el conocimiento y el emprendimiento, según Robert Kiyosaki “el dinero no trae la prosperidad, pero la mentalidad próspera trae siempre dinero”. A lo que yo agregaría que una mentalidad próspera es el resultado de asumir la responsabilidad total de tu propia felicidad y del tipo de vida que quieres tener.
Pregúntate y reflexiona
- ¿Cuál es la idea que tienes sobre la prosperidad?
- ¿De dónde provienen esas creencias?
- ¿Qué emoción produce en ti?
- ¿Qué tipo de prosperidad deseas tener?
- ¿En cuáles aspectos de tu vida quieres ser próspero?
5 pasos para crear prosperidad en tu vida
- Libérate de la conciencia de carencia: En el universo está todo lo que necesitas, solo debes conectarte con la creatividad y buscar maneras de acceder a esta abundancia.
- Agradece: Haz un inventario de lo que tienes: la salud, tu familia, tu trabajo, tus estudios, las cosas materiales, tu espiritualidad. Y agradece por lo que tienes y por lo que llegará. Disfruta de lo que tienes para que llenes tu cuerpo de la sensación de abundancia.
- Establece un propósito en tu vida: Dale un objetivo, una intención a tu trabajo y a lo que haces. Trabaja con pasión, te conectará con el disfrute que también es prosperidad y significa dar sentido a tu labor solo por disfrute. El dinero es la recompensa, tiene que ver con el proceso, no con el resultado.
- Cree en ti: Trabaja en tu confianza y la autoestima, cree en tus capacidades de producir prosperidad. Confía en tus corazonadas, en que eres una persona afortunada; tienes derecho a la prosperidad.
- Actúa y vive de manera próspera: Exprésate con palabras prósperas y positivas, mantén en tu mente imágenes de prosperidad. Sé generoso con otros que poseen menos, siente que eres merecedor de lo mejor, que mereces y puedes tener lo que desees. Esto no significa ser derrochador, quien compra lo que no utilizará pierde dinero a sí mismo y si lo compras por necesidad y no por utilidad estás más cerca de una energía de carencia y de no valorar lo que tienes.
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